Mario

Mario Martínez Pérez

Mi vida comienza un 14 de enero de 1998 en la Ciudad de Puebla, siendo mis padres Ana María Pérez Méndez y José Gonzalo Martínez Peguero.

Paso mis primeros años junto a mi mamá y mis abuelitos maternos María del Carmen Méndez Bernabé y Julio Apolinar Pérez López sin la compañía de mi padre al separarse de mi mamá a mi temprana edad.

Siendo de clase media, viajo con mi familia a algunas de las principales ciudades y puertos del país; teniendo un accidente en carretera al regreso de unas espléndidas vacaciones.

Mi vida toma un camino diferente cuando mi abuelita, también mi segunda madre, fallece un 16 de mayo del año de 2009. Su muerte me afectó considerablemente al grado de hacer las cosas pero con una emoción menor.

Mi abuelito ha sido un padre para mí, él ayudó a mi mamá a cuidarme desde bebé, al igual que lo fue mi abuelita; me cuidaban cada vez que mi mamá se iba a trabajar. Desde esos momentos me convertí en el consentido de la familia. A pesar de la ausencia de mi abuelita, no decaí tanto al tener en frente la familia por la que vale la pena seguir luchando: mi tía Elvia, mi prima Araceli, mi abuelito y mi mamá.

Esta etapa por la que estoy pasando actualmente, es muy difícil debido a los cambios hormonales típicos de la pubertad: cambios emocionales, físicos, etc.

He conocido a muchas personas las cuales han entrado y salido de mi vida, pero sólo las mejores personas se han quedado en mi corazón, del cual nunca los he de olvidar; tal podría ser el caso de Miguel Bartolo, Ricardo Sánchez, Julio Pérez, Guadalupe Pérez, Jazmín González, Mariana Picaso, Karla Elizabeth, y unas personas en especial que, aunque llevo muy poco tiempo de conocerlas, se han vuelto muy importantes en mi vida: Jocelyn Torres, Amairani Salazar y Karla Becket.

Empiezo a conocer la grandeza del mundo al entrar al Kínder a la edad de 3 años. Realizo mis estudios de primaria en el C.E. José María Morelos y Pavón en el cual actualmente estudio la educación secundaria. El entrar a la secundaria me impulsa a formar parte de la banda de música Águilas Doradas Marching Band como saxofonista.

El estar en la banda de música me ha dado experiencias muy importantes y la oportunidad de viajar, conocer otros lugares y probar lo que yo le podría llamar como el principio de la fama; en abril de 2012  fui con la banda a una gira por Europa, recorriendo las ciudades de París, Francia, Madrid y Murcia, España. Fue una experiencia inolvidable.

Tal vez mi vida no sea perfecta para los demás, pero es perfecta para mí.